10 - 0 Liceo Galv. Riveros C. Castro
Siendo aproximadamente las 00:10 hrs, de este miercoles 31 de octubre, se produce un siniestro de proporciones en el Liceo Galvarino Riveros Cárdenas dependencias que estaban siendo ocupadas por alumnado del Liceo Politécnico de Castro, en el siniestro también se vio afectado el gimnasio de dicho establecimiento que recién se habia construido y que estaba pronto a inaugurarse, el rápido trabajo de bomberos evito que las llamas alcanzáran la biblioteca pública, la que se encontraba a un costado del lugar siniestrado. Al lugar concurrieron 1era, 2da, 4ta, 6ta. compañias al mando del segundo comandante sr. Hector Godoy Godoy, quienes en un trabajo aproximado de dos horas tuvieron controlada la emergencia, con la cual se evito que pasara a mayores consecuencias.
La emergencia se registró pasada la media noche del día 23 de Otubre, al lugar concurrieron B-2, B-3, B-4. En el lugar se pudo comprobar que se trataba de una bodega la cual en el segundo piso era habitada por un matrimonio, que al parecer cuidaba el inmueble, encontrándose a esa hora sólo el varón. Durante el combate de este incendio, resultó con una lesión en una de sus rodillas, el comandante del Cuerpo de Bomberos de esta ciudad, Humberto Molina, quien debió ser trasladado al hospital local.
Según el diseñador, al momento de empezar tuvo muchas adversidades, entre ellas el hecho de que no existiera ningún referente en Chile ni a nivel Latinoamericano de este tipo de botas. “Uno se enfrenta a cosas que no sabe, entonces te tienes que poner las pilas, trabajar con ganas, con ánimo y sobre todo con educación, porque hay que trabajar mucho en grupo”, explica. Por estos días la Botaflama —que cumple con todos los requisitos de la NFPA— se está adaptando a todas las empresas para hacer la producción en serie, ya que hasta este momento sólo se estaba produciendo en cantidades menores.
Andrés Cánovas quiso diseñar un producto que fuera una necesidad real y de alto impacto. “Quería hacer un producto que fuera una necesidad real y de alto impacto, y a la vez, que se produjera en serie”, afirma. En marzo de 2006, le entregó una propuesta formal del proyecto al gerente de Bata Industrials y éste le ofreció todo su apoyo. Y a fines de ese año, la Botaflama estaba lista.
